No solo es el vestido, el velo o los zapatos. El ramo de novia también forma parte del look nupcial y su elección no es fácil. Escoger un tipo u otro puede variar en función a las últimas tendencias, el estilo del vestido, o la época del año y el lugar de la celebración. Aunque creamos saber qué tipo de ramo de novia queremos, lo mejor es dejarse aconsejar por los expertos. La floristería a la que acudáis os guiará sobre la gama de flores. Siempre teniendo en cuenta aspectos como la época en la que se va a celebrar la boda. O el clima de la zona en la que tendrá lugar el enlace. Así, se evitarán sustos de última hora por motivos como la deshidratación, muy común en los meses de verano en los que nos encontramos.
Una vez somos conscientes de la importancia de acudir a profesionales para la elección del ramo de novia, ¿entre qué tipos podemos escoger? Flores atemporales como las rosas, u otras ideales para esta época de altas temperaturas como la paniculata. Ramos silvestres o más formales. Redondos, en ramillete, de una sola flor… ¿Cuál crees que se adapta más a tu personalidad?
El ramo de novia más solicitado
¿Qué tipo de ramo es el más habitual en las bodas? Los más solicitados siempre son los de forma redonda. Ideales para flores como las rosas, disponibles durante todo el año, son comunes en las bodas más formales. Este tipo de ramo de novia, con acabados más refinados, será el perfecto para una ceremonia clásica. Y es que las rosas son las reinas de las flores en las bodas. Ya sean blancas, de color rosa, champagne… Y tú, ¿también eres fan de las rosas?
Flores silvestres para darle un toque especial al ramo
Aunque no incluye rosas, uno de nuestros favoritos es el ramo de flores silvestres. Presentado habitualmente en forma de ramillete, es la gran apuesta para las bodas en épocas más calurosas. Flores como la lavanda o la paniculata, acompañadas de hojas de olivo o brezo, aguantan muy bien las altas temperaturas.
Y si no quieres decantarte por una u otra opción, es posible mezclar ambas. De hecho, es una tendencia actual en ramos de novia que a nosotros nos encanta. Combinar flores o verdes silvestres con otras de estilo más formal como las rosas inglesas o las peonias. ¡Una mezcla perfecta! Si el clima no es excesivamente caluroso, podrás permitírtelo en esta época del año.
Una sola flor para un ramo de novia entero
Pero, espera. Hay una tercera opción. Un tipo de ramo de novia que sigue la premisa de que menos, es más. Y es que, ¿no os parece precioso que una sola flor sea la protagonista absoluta? Para esta época más calurosa, nos decantamos por maravillas como la paniculata blanca o rosa, la fresia blanca, la dalia o el ornithogalum.
Aunque estas son nuestras opciones favoritas, además de las más comunes, existen otras posibilidades. Por ejemplo, los ramos de tallo largo, no recomendables para acompañar a vestidos con mucho volumen o para novias bajitas. O los ramos en cascada que, con la flor adecuada, como las orquídeas, son espectaculares. Aunque se está perdiendo su uso, son ideales para bodas más formales.
En definitiva, algo tan personal como el ramo de novia requiere mucha dedicación. El complemento estrella ha ser escogido cuidadosamente. Siempre reflejando la personalidad de la novia, es importante que se adapte a las circunstancias de la boda. Para saber cuáles son las flores o verdes más recomendables, lo mejor es dejarse guiar por profesionales. Pero, sobre todo, no hay que pasarse ni quedarse corto. Atención a no pecar en exceso o con una extrema sencillez. En el equilibrio está la clave.