La semana pasada os introdujimos en el mundo de la coordinación de bodas con un post sobre el gran día de Anabel y Christian. Pero como no pudimos extendernos tanto como nos hubiese gustado, esta semana volvemos a la carga para continuar con los detalles y las anécdotas de una boda que recordaremos siempre. ¡Seguimos!
Aparte de las dificultades por peticiones especiales y las ventajas por circunstancias determinadas, en las bodas nos encargamos de hasta el último detalle del servicio que sea. Por ejemplo, en esta boda preparamos una zona de photocall personalizada para que los invitados pudieran hacerse fotos junto a elementos de atrezo que preparó la propia novia, Anabel, con muchísimo cariño. Y también nos ocupamos de otros elementos como el seating plan que creamos junto a los novios, los meseros con un soporte de piñas creados por los novios, o unos balones gigantes de Mr & Mrs que pusimos en la ceremonia y que trasladamos a la zona del banquete para que pudieran disfrutar de ellos todo el día.
Coordinación con proveedores
Además, la coordinación con otros proveedores fue clave para mostrar su trabajo. Por ejemplo, la realización y colocación de los centros de mesa a cargo de Amanda López Decoraciones, o una mesa inmensa de postres que tuvimos que montar con la tarta nupcial de Tart Tart Cakeshop y otros postres para que los invitados pudieran levantarse y servirse el postre que desearan. Como veis, un trabajo en equipo en el que intervienen varios profesionales y hasta los propios protagonistas.
Pero no siempre contamos con ayuda. También debemos reconocernos nuestro “yo me lo guiso, yo me lo como”. En la boda de Anabel y Christian, por ejemplo, decoramos las columnas con eucaliptos, bolas colgantes y lágrimas de cristal para darle un toque más cálido y sofisticado al lugar. Y también preparamos un Candy bar mágico con unos 10 kilos de golosinas y chocolates que, junto a una preciosa decoración, hicieron las delicias de todos.
Cero fallos en los momentos especiales
Una de las mayores dificultades con las que nos encontramos a la hora de coordinar una boda es con los momentos especiales. Estos, que bajo ningún concepto pueden fallar por la connotación sentimental que tienen, requieren una gran coordinación con proveedores e invitados o novios. En la boda de Anabel y Christian trabajamos mano a mano con el fantástico equipo de La Postal Real, al que agradecemos su gran hospitalidad, y coordinamos la entrega de regalos, las sorpresas de los novios a la familia y amigos íntimos, ¡incluso una pedida de mano en la que los novios eran compinches!
¡Llega el baile y más sorpresas!
Además del banquete, el baile nupcial también requirió una atención especial. Y es que vino con sorpresa incluida: un cambio de vestido de la novia para su recién estrenado marido, y un cambio de música en mitad del baile en el que los novios, originarios de Venezuela, incluyeron “La Hora Loca”, algo muy típico de su tierra. La intensidad de la música aumentó y empezaron a sonar canciones antiguas remasterizadas y mezcladas por un DJ de altura como Renny. ¿Nuestra misión? Coordinar el inicio de la música con el reparto del atrezo para que los asistentes disfrutasen del momento con complementos flúor, sombreros de purpurina, gafas de fantasía o lo que hiciera falta. ¿El resultado? Vivimos una catarsis festiva absoluta de unos 45 minutos de duración en la que acabamos siendo arrastradas por los novios, saltando y bailando entre todos. ¡Un momento increíble que nunca olvidaremos!
¿Y creéis que eso fue todo? ¡Pues no! La novia se guardaba un último as en la manga, sorprendiendo con un violinista eléctrico durante la fiesta. Una recomendación personal para nuestros futuros novios: poner música en directo es siempre un acierto. En definitiva, la boda de Anabel y Christian fue un auténtico lujazo de proyecto.
Nos encantó formar parte de él y cuidar de cada detalle con mucho mimo. Fue una ceremonia y celebración muy emotiva por los amigos y familia a la que los novios no venían hacía mucho tiempo. Anabel y Christian son puro y verdadero amor, y nos encanta que a pesar de las adversidades que les han ocurrido, se agarren fuerte las manos y caminen juntos. De esta boda nos llevamos una gran lección de amor y un aprendizaje brutal de nuestro trabajo. ¡Muchas gracias por permitirnos formar parte de vuestro gran día y ser testigos de la pasión que ponéis en cada detalle!
Especial mención a nuestros compañeros de Aloga Films por su ayuda con la realización del vídeo.