La semana pasada os hablamos del proceso de montaje de una boda. Las dificultades, los detalles, el esfuerzo, la dedicación… Cada miembro del equipo toma un papel importante en el proceso y, por eso, en Llévenes Wedding Planner necesitamos contar con los mejores. Pero esto no solo es aplicable a la fase de montaje, también en la parte final de coordinación adquiere un cariz importante. La llegada del gran día levanta tensiones y muchos nervios para todos. Los novios, los proveedores y los organizadores deben aunar fuerzas para lograr que todo resulte como se esperaba. Pero en muchas ocasiones surgen adversidades que complican la consecución de este fin. Y es aquí donde nuestras tareas como coordinadoras se vuelven imprescindibles. ¿Quieres descubrir a qué nos enfrentamos en cada boda? ¡Sigue leyendo!
Puesta a punto
Como si de una carrera se tratase, en los momentos previos a la llegada de novios e invitados nos preparamos para dar el pistoletazo de salida. Organizamos a todo el equipo para distribuir tareas y asignar responsabilidades. Cristina, Ana y una servidora (Tatiana) nos reunimos para repasar cada detalle y asegurar el cumplimiento de todas nuestras funciones. Además de nuestra energía, pasión y motivación, en la fase de coordinación contamos con un aliado indispensable. ¡El walkie! Este aparatito que usábamos de pequeños se convierte en nuestra principal vía de comunicación y nos aporta inmediatez y resolución en las tareas de organización.
Una vez tenemos todo preparado (horarios de la ceremonia y celebración, listado de proveedores, intervenciones de los invitados, momentos especiales…), arrancamos con los cinco sentidos para cubrir cualquier imprevisto y ofrecer una solución rápida y discreta a nuestros clientes. Es más, siempre que podemos, evitamos hasta que los novios se enteren de cualquier problema que pueda surgir. ¿Para qué preocuparlos con detalles que podemos resolver nosotras mismas? Aunque reconocemos que a veces nos encantaría gritar a los cuatro vientos las cosas que nos pasan. De hecho, estamos pensando hasta en escribir un libro. ¡No os imagináis las anécdotas que sumamos en cada boda! Algunas tronchantes, otras no tanto… Pero todas merecen ser contadas, así que ¿quién sabe si en un futuro…?
Cada detalle de la coordinación cuenta
Uno de los aspectos más complicados de la coordinación de una boda es cuadrar los tiempos con los proveedores. Hay bodas que requieren mayor atención en este punto porque cuentan con detalles especiales. Por ejemplo, en la boda de Anabel y Christian. O también, en el vídeo que hemos compartido podéis ver cómo acordamos junto a Cuerda y Compás las entradas del novio, los testigos y la novia. Cuidamos cada detalle para que hasta la entrada de los protagonistas fuese perfecta y estuviera sincronizada con la maravillosa música en directo de la que pudimos disfrutar.
Por otro lado, en algunas bodas también contamos con ventajas que facilitan la coordinación. En la de Anabel y Christian, por ejemplo, nos ahorramos los traslados, ya que tanto la ceremonia como la celebración se hicieron en La Posta Real. De esta forma, pudimos controlar la ceremonia, la sesión fotográfica de los novios en la post ceremonia y la entrada de estos al cóctel (querían disfrutar de sus invitados) de manera mucho más simplificada.
¡Aquí no acaba todo! … ¿Qué ocurrió en el banquete y en el baile de la boda de Anabel y Christina? La próxima semana os contaremos mucho más del proceso de coordinación, ¡anécdotas incluidas!
Especial mención a nuestros compañeros de Aloga Films por su ayuda con la realización del vídeo.