El cortejo nupcial es una de las tradiciones más arraigadas en el mundo de las bodas, especialmente en las de carácter religioso que se celebran en países como Estados Unidos. La influencia americana en las ceremonias europeas ha convertido al cortejo nupcial es un must de cualquier boda. Pero, aunque en España estemos más acostumbrados a disfrutar de la participación de los niños en este momento, no es la única opción con la que contamos. Todos sabemos que el cortejo de bodas consiste en acompañar a la pareja tanto en la entrada como en la salida de la ceremonia. Pero ¿quién puede presumir de desempeñar este papel tan importante? Analizamos el origen del cortejo nupcial y las posibilidades que ofrece.
Origen del cortejo nupcial
Para hablar de esta tradición debemos remontarnos a la Edad Media, cuando en las bodas reales, las novias siempre llegaban acompañadas al altar. En aquel momento, la cuestión era más bien práctica. Entre trajes recargados y velos kilométricos, una ayuda para que todo estuviese colocado nunca estaba de más. Y desde entonces esta necesidad se convirtió en una bonita costumbre.
Conocidos en su momento como los pajes, tuvieron más funciones como la de arrojar los pétalos o el arroz tras la ceremonia. Actualmente el sentido del cortejo nupcial se inclina más hacia el acompañamiento de la novia y un símbolo de continuidad y buen augurio para la pareja. Además, su papel se extiende a apoyar psicológicamente a los novios en los preparativos menores y en la puesta a punto.
Los más pequeños de la casa
¿Cuántas veces nos hemos derretido al ver entrar a los más pequeños en una ceremonia para acompañar a la novia? Si hablamos de cortejo nupcial, lo primero que nos viene a la cabeza son los niños. Hasta ahora, estos solían ser de cinco o seis años como mucho, y con un vínculo especial con los novios. Sobrinos, ahijados, hijos si existen… ¡Quién tú quieras podrá acompañarte al altar! Eso sí, los niños deben estar coordinados por un adulto para que todo siga un orden. Aunque si se salen un poco de lo establecido, siempre quedará tan tierno que no le importará a nadie.
Bridesmaids y best men
A pesar de que la tradición en España se inclina hacia el cortejo de niños, cada vez es más común encontrar adultos en el acompañamiento de los novios. Hablamos de las bridesmaids (o damas de honor) y los best men. Mujeres y hombres especiales para la pareja que son escogidos para cumplir las funciones del cortejo nupcial. Estos pueden ser testigos o invitados normales. Y, además de las tareas mencionadas anteriormente, en ocasiones son los encargados de realizar algún discurso o agradecimiento a los novios. Antes y durante, estos bridesmaids y best men son el apoyo de la pareja. Eso sí, deben tener una actitud flexible, ya que algunos novios indican peticiones de estilismos y, por supuesto, este es su gran día.
De tradición a novedad
Como hemos visto, el cortejo nupcial, al igual que otras tradiciones de las bodas, ha evolucionado y se ha adaptado a los nuevos tiempos. Todo forma parte de un proceso cíclico en el que nos remontamos a siglos pasados para introducir “nuevos elementos”. Pero la esencia siempre es la misma. El cortejo nupcial formará una parte fundamental de cualquier boda. Lo ha hecho hasta ahora y lo hará en las próximas décadas. Eso sí, los afortunados que se encarguen de realizarlo ya es otro cantar. Escoge a tus personas favoritas, sean niños o adultos, y disfruta al máximo de tu día. En Llévenes nos encargamos de esto último, solo tienes que dejar tu boda en nuestras manos.