Todavía quedan unas semanas para dar por inaugurado el invierno. Será el jueves 21 de diciembre cuando en el hemisferio norte comencemos el solsticio invernal. Sin embargo, las bajadas de las temperaturas y las primeras nevadas nos transportan en el tiempo. En el mundo nupcial, el invierno no es una época muy de bodas. Lo cierto, es que se considera temporada baja. Pero eso no quita para que las ceremonias celebradas en estos meses cuenten con una magia especial. ¿Quieres descubrirla?
A nosotros el invierno nos encanta. Los meses que rodean a la Navidad están cargados de encanto y eso nos despierta a los niños que llevamos dentro. Además, los fenómenos tanto astronómico como meteorológicos que vivimos en esta época son impresionantes. ¿Te imaginas casarte rodeada de un paisaje nevado? ¿Y hacerlo en una noche de eclipse total de Luna? Pura magia, no tenemos ninguna duda.
Si quieres incluir elementos mágicos en tu boda, el invierno es tu excusa perfecta. Por ejemplo, puedes llevar una inmensa capa de terciopelo blanca, al más puro estilo Frozen. O una capelina blanca, rosa o de tu color favorito adornada con plumas. Parecerías la protagonista de un cuento invernal, ¿no crees? En cuanto al maquillaje, podrás darle un toque de color a tu look con tonos granates y morados. O decantarte por tonos más pastel que te hagan una tez cristalina propia de cualquier hada de las nieves.
Adaptarse a las bodas en invierno
Además de permitirte incluir ciertos complementos a tu look de novia, puedes incluir detalles mágicos en cada rincón. Desde adornos florales propios de esta época como el musgo, hasta la decoración de las mesas de los comensales. Detalles con velas o otros elementos que darán un toque de cuento a tu boda. ¿Y qué pasa con los regalos a los invitados? ¡Hasta esto se adapta a cada estación! Si en primavera o verano, con bodas al aire libre, los cubre tacones son el regalo estrella, en invierno puedes decantarte por mantitas. ¡Las invitadas más frioleras te querrán eternamente!
Todas las estaciones tienen su encanto, así como sus pros y sus contras. Sí, si celebras tu boda en invierno pasaréis más frío del habitual, quizás el tiempo os juegue una mala pasada, y los vestidos de las invitadas no lucirán tanto. Pero no hay nada que no pueda arreglarse con buena climatización. Y con una preciosa carpa que os proteja del exterior y permita a todos los invitados presumir de sus modelitos. Además, casarse en invierno tiene sus ventajas. Desde más oferta y flexibilidad, tanto de fechas como de lugares de celebración, hasta mayor disponibilidad por parte de los asistentes. Al ser temporada baja de bodas, ¡será muuuy raro que la tuya coincida con otra!
En definitiva, no importa la época en la que decidas casarte si cuentas con profesionales que te echen una mano. En Llévenes estamos especialmente encantados de organizar tu boda o evento invernal. Nos encanta todo lo que rodea a esta época del año y queremos que cada espacio de tu boda desprenda la magia que te mereces. ¡Contacta con nosotros!