Cuando imaginamos a una novia lo primero que nos viene a la cabeza es un color: el blanco. Sin embargo, esta tradición es relativamente reciente. Por ejemplo, en la Edad Media las novias llevaban vistosos vestidos de colores, sin diferir de los trajes de los invitados. Algunas bodas de la Historia contaron hasta con una novia vestida de negro, como fue el caso de la infanta María Teresa de España, que contrajo matrimonio con Luis XIV de Francia en 1660. Teniendo estos antecedentes clásicos, ¿en qué momento irrumpió entonces el blanco en el look de novia? Fue en el siglo XIX en tierras inglesas donde el uso del blanco en los vestidos nupciales se convirtió en tradición. Sin embargo, no fue hasta un siglo después cuando esta práctica se popularizó y llegó a todas las clases sociales.
Pues bien, ahora que sabemos que llevamos más de un siglo contando con esta gran tradición en las bodas, ha llegado el momento de romperla – aunque sea mínimamente. Cada vez son más las novias que se decantan por introducir un toque de color a su look. Las opciones son ilimitadas. Desde faldas de tul o plumas de colores pasteles hasta los complementos más atrevidos. Si quieres convertirte en una novia rompedora y necesitas ideas, ¡sigue leyendo!
Adiós al blanco en el look de novia
La opción más arriesgada para incluir algo colorido al traje nupcial es hacerlo en una prenda entera. Por ejemplo, la falda o la parte de arriba del conjunto. E incluso el vestido entero si quieres arriesgar del todo. En este caso encontramos opciones que varían según el color, pero también en función al tejido. Podemos optar por una falda de plumas o de tul en tonos pasteles como rosas o azules claritos. Aunque si lo que de verdad nos gusta es mantener el fondo blanco incluyendo adornos al vestido, los bordados son nuestra opción. Flores, pájaros, motivos geométricos… Puedes colocarlos donde quieras y dar un vuelco de 180 grados a tu vestido.
Complementos para acompañar al traje blanco
Sin embargo, si no te sientes cómoda rompiendo tanto con la tradición del blanco, los complementos están hechos para ti. Puedes dar el toque de color a tu look colocándote un velo, cinturón o fajín de colores. También es una buena opción combinar complementos entre sí. Por ejemplo, el cinturón o fajín a conjunto con el velo u otros accesorios como los zapatos o un tocado. En cuanto a la gama cromática recomendada para estos complementos, ¡total libertad! Al no ser demasiado agresivos, puedes decantarte por tus tonos favoritos, los que te hagan sentir especial.
Una tendencia que vemos cada vez más son los zapatos de colores para completar el look de novia. Tanto si te gustan los tonos pastel como si prefieres algo más chillón, esta opción dará un toque divertido a tu estilismo. ¡Una idea! Para llevar algo azul a tu boda, quizás unos zapatos de este color sean la elección perfecta.
Flores por todas partes
Una prenda entera, un complemento que de un giro a tu look… ¡o flores a discreción! Para introducir color a tu vestimenta no tienes por qué llevar una prenda llamativa que rompa la pulcritud de tu vestido. La opción más elegante o clásica es jugar con el ramo o con los adornos en el peinado. Tocados, coronas, pasadores… Si eliges flores coloridas para tu ramo, ¡ahí tienes tu aporte cromático! O, si prefieres iluminar tu rostro con un toque de color, los complementos para tu peinado son tu arma. Las novias con espíritu boho suelen llevar coronas de flores, por ejemplo. Te darán personalidad sin perder la elegancia y sencillez de tu look de novia. Elijas la opción que elijas, ¡introduce color a tu boda!
Fotografía publicada en VOGUE:
© FOTÓGRAFO BORJA ZAUSEN. REALIZACIÓN: MARIETA TORRES
LA MODELO LLEVA CHAQUETA DE CORTANA, FALDA DE MARÍA LLUÏSA RABELL, PENDIENTES DE ANSORENA Y RAMO DE FRANCIA FLORISTAS